Se busca poder producir esta materia en mangle negro de Dzilam de Bravo y Chelem
El Laboratorio de Producción Primaria del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav-Mérida), del Instituto Politécnico Nacional (IPN) junto a la Michigan State University y la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y la Autónoma Nacional de México (UNAM) presenta el proyecto Miel de manglar, con el cual pretenden cultivar miel de abeja melipona en manglares de la costa de Yucatán.
En esta iniciativa, que forma parte de las acciones de conservación y restauración de manglar que se realiza en la entidad, también se encuentran mujeres de las comunidades de Dzilam de Bravo y Chelem, conocidas como “Las Chelemeras”.
La fase experimental del proyecto inicia a finales de febrero de este año, donde colocarán alrededor de 40 cajones de estas abejas sin aguijón en humedales de Dzilam de Bravo y Progreso, específicamente en mangle negro, para que las abejas se alimenten de las flores de esta formación vegetal.
Durante un año harán las pruebas para que luego los investigadores de la Michigan State University analicen las propiedades y beneficios de la miel que se pueda obtener de las abejas, explicó Jorge Herrera Silveira, investigador del Cinvestav Mérida.
Herrera Silveira destacó que este proyecto es único en el mundo, pues es la primera vez que se utiliza a esta abeja nativa de la región para este tipo de estudios, pues ya se ha implementado con otras especies de abejas.
Además, algo que destaca es la participación de mujeres de comunidades; y se incluye a la restauración del manglar negro.
“Queremos ver la posibilidad de ver en qué sitios de manglar que está siendo restaurado, se pueda implementar la producción de miel, pero por una abeja que es nativa”, explicó.
De acuerdo con el investigador, se ha observado que en la propiedad de la miel de abeja contiene variedades medicinales. “La colaboración en estos proyectos contribuye a la adaptación basada en ecosistemas a través del aprovechamiento sostenible de los manglares, lo que contribuye al bienestar de las comunidades y a la conservación de los manglares de la península de Yucatán”, subrayó.
Actualmente, precisó, la iniciativa está en la fase experimental porque no se sabe si va a funcionar, se ha determinado las zonas donde se colocarán los cajones de cajones, una parte en ciénegas de Dzilam y otra en Progreso, se ha reunido a los grupos de mujeres que van a estar colaborando.
A su vez, detalló que se encuentran construyendo los cajones y concientizando a las personas de los municipios para que respeten los sitios donde se vayan a poner y no los vayan a maltratar, con la actividad humana, o robar.
El doctor indicó que a finales de febrero o principios de marzo colocarán estos cajones, ya que el mes de junio es la época de floración del manglar.
Si el experimento resulta, entonces pasarán a la etapa piloto en donde van a necesitar conseguir recursos por parte de donadores para comprar más cajas o para que ya haya aspecto de comercialización, apuntó.
“Ahorita estamos en la fase experimental, que va a durar este año, esperamos ver cuál es la producción de miel y los análisis a la miel los va a hacer precisamente la Universidad de Michigan”, indicó.
Es decir, precisó, analizar las propiedades que tendría esa miel, que se pueda producir en los manglares con los frutos que hay en las flores, porque esperan que el mangle otorgue propiedades diferentes a la miel, diferentes a los de las flores de ambientes terrestres.
“Lo que se ha observado en otros lugares donde se ha producido miel de manglar, pero con la abeja Apis, es que la miel sí tiene unas ciertas características, es menos espesa, pero además tiene un sabor entre dulce y salado”, reveló.
Por otro lado, dijo que con este tipo de actividades buscan ofrecer a las comunidades otra alternativa de beneficio económico, asociado a la protección del ambiente. “Desafortunadamente vemos en la costa que no hay una conciencia de respeto a los humedales, porque los están rellenando, están haciendo caminos, los están este deforestando entonces nosotros empezamos con la restauración y con la conservación de manglares, pero también reconocemos que hay que darle a las comunidades otras alternativas para su desarrollo”, manifestó.